Descripción
Se trata de un estudio que, con base en fuentes históricas de primera mano, crónicas, informes y testimonios que se remontan al siglo XVI, ofrece un completo panorama de las diversas circunstancias que hicieron posible en el espacio peruano florecieron los más importantes emporios vitivinícolas de las Américas durante el período colonial. A partir de ello se plantea que, en virtud de su extraordinaria capacidad productiva y a las intensas dinámicas comerciales que se desplegaron a una escala continental para la comercialización de sus productos, la viticultura fue, después de la minería, el principal acelerador de la economía colonial peruana.
Tanto por la información que contiene, como por la trama histórica que ha sido elaborada a partir de ella, este libro podría constituirse en pieza fundamental para una necesaria revalorización de la viticultura nacional, conforme plantea en el prólogo el Dr. Eduardo Dargent, así como para la defensa internacional del pisco.
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